En las diferentes etapas de la comprensión y el descubrimiento del mundo que hacemos en nuestra infancia, bien sea mediante la transmisión genética, las experiencias el ambiente, el juego, las imágenes, las historias y las canciones; vamos construyendo una cartografía propia del entorno, de lo que nos rodea.

Consiguiente a la evolución del habla, el uso  del lenguaje y el empoderamiento de los sentidos, se nos permite la experiencia social; y desde allí se va entramando el desarrollo cognitivo del sujeto como un tapiz de estímulos y experiencias vividas.

La percepción del infante casi que precisa la naturaleza de lo que lo rodea, que a la vez lo invita a descubrir nuevas habilidades y capacidades en sí mismo.

De allí,  deriva ahondar en dos elementos claves para el desarrollo de la conciencia del niño: la memoria y la atención. Estos dos aspectos, aportan gran importancia al aprendizaje y la comprensión del lenguaje.

Por una parte, la memoria,  permite recrear signos, patrones mentales, sonidos, imágenes, de forma repetitiva una y otra vez; así mismo recrea experiencias, impresiones, sensaciones que van definiendo la noción de realidad. Y por otro lado, la atención revela la experiencia misma de los instantes a través de la interpretación de los sentidos.

Siempre conviene propiciar actividades  para niños y grandes que estimulen y potencien estos dos procesos cognitivos; en diferentes contextos.

De igual forma y no en vano, la tendencia del mindfulness, se podría entender como la conciencia de acceder a una “atención plena”, mediante una serie de actividades y ejercicios que incluyen la práctica activa de acciones artísticas, físicas y la meditación, como una preparación para aprender nuevas formas de expresión, la pintura, la música, la danza y las artes escénicas.

Teniendo en cuenta lo anterior,  vamos a puntualizar en cinco maneras de ayudar a mejorar la atención y la memoria de forma divertida y enriquecedora:

1. Colorea o pinta paisajes, secuencias, patrones o mandalas; si puedes toma clases de dibujo o pintura.

2. Lee poemas y letras de canciones, busca imágenes mentales en ellos y trata de recordarlas durante el día.

3. Prueba con retos de trivias y aprende datos nuevos sobre un tema, cada día.

4. Haz práctica de respiración mindfulness.

5. Medita sobre algún aspecto y escribe tus reflexiones sobre ello, esto las hace importantes.